Ayuntamiento de Luyego

Comenzaremos la ruta en el puente de Priaranza, al lado del chiringuito, empezando a subir un poco por la carretera para coger un camino a mano izquierda unos metros más adelante. Seguiremos por este “Camino de las Raposeras”, para, después de unos 400 metros, a nuestra derecha, y como opcional, ya que habrá que adentrarse por entre un robledal y alguna maleza, podemos visitar la Fuente de la Salud, para volver después al camino por el que transitábamos.

Después de unos 3 km y a nuestra izquierda, podremos pararnos a observar un pequeño cañón esculpido en la roca por donde discurre un regato de agua, que en tiempos se usaba como aliviadero de la gran explotación minera de “Fucochico”. (Estas vistas se podrán observar durante unos 50 m de nuestro recorrido).

 Aquí existe también la opción de bajar a ver el cauce del agua entre las rocas y adentrándonos un poco más en dirección al rio, las ruinas de una antigua central eléctrica.

Después de la visita, seguiremos por el camino, donde unos metros más adelante nos aparecerá un cruce de en el que giraremos a la izquierda para adentrarnos un poco más entre la vegetación y pasar por los llamados “Corrales de Luyego” (antiguas edificaciones de piedra donde se guardaba el ganado, y que hoy en día sirven para, entre otras cosas, ser usados de colmenares). Observado este maravilloso enclave, seguiremos hasta salir a una pista que tomaremos a la izquierda, para poco a poco comenzar a subir un pequeño desnivel desde el que observaremos el majestuoso valle del Duerna, y de fondo el Teleno. También desde aquí podremos observar la famosa “corona de Quintanilla” (restos de un asentamiento poblacional ligado a la explotación aurífera del Teleno).

Siguiendo por la pista llegaremos a una carretera poco transitada que baja hasta el rio y el puente que hay que cruzar para así seguir nuestra ruta por el otro margen del rio. Pocos metros después de cruzar el puente tomaremos un camino a la izquierda que nos llevara rumbo de vuelta a Priaranza de la Valduerna.

Sin perder éste, llegaremos al Rio Llamas, el cual deberemos cruzar para continuar con la ruta. Antes de que el camino comience a adentrarse entre un frondoso robledal, a mano derecha, dejaremos los restos de explotación aurífera llamada “las Moracedas” (poco visibles en la actualidad).

Continuaremos por el “camino de la mata” para más adelante girar a la izquierda, y por una senda llegar a la carretera y al puente donde iniciamos la ruta.